Descripción
Corta a la mitad y exprime las naranjas y el limón. Vierte el jugo con el agua en una gran cacerola con tapa, de 6 a 9 litros. Con un cuchillo pequeño y afilado, quita las membranas internas de las naranjas y pícalas finamente con los restos del limón. No quites la médula de las naranjas. Pon las membranas picadas, los restos de limón y las pepitas en un trozo de muselina de algodón fino de 36 cm x 36 cm. Ata esto con un cordel y añádelo a la cacerola. Asegúrate de que la bolsa sea espaciosa, no muy compacta, con mucho espacio para que el agua penetre y cocine el contenido. Corta la cáscara de naranja finamente y agrégala a la cacerola con 1,75 litros de agua fría. Deja así la cacerola durante la noche.
Al día siguiente, pon la olla con tapa a hervir, baja el fuego y cocina a fuego lento durante dos horas. Retira la tapa de la cacerola y déjala a un lado. Calienta el azúcar en un recipiente para horno a baja temperatura, 140°C /275°F/ Gas 1 durante 20 minutos. Retira la bolsa de muselina y vuelve a introducir el líquido de la bolsa en la cacerola a través de un colador, utilizando una cuchara grande. Comprueba que el volumen de la cacerola se ha reducido en un tercio.
Saca el azúcar del horno y coloca los tarros limpios en el horno. Añade el azúcar a la cacerola y revuélvela para que se disuelva. Pon la cacerola a hervir y prueba cómo está el punto después de 8 minutos. Moja una cuchara grande en la cacerola y sácala. Levanta la cuchara por encima de la cacerola y gírala horizontalmente. La mermelada debe gotear y luego permanecer colgada por el lado de la cuchara. Esto se conoce como el “flake test”. Alternativamente, comprueba la temperatura con un termómetro digital y espera a que llegue a 104,5ºC. Apaga el fuego y saca los frascos del horno.
Deja enfriar la mermelada durante 10 minutos. Retira cualquier espuma de la superficie con una cuchara grande de metal. Revuelve suavemente la mermelada para distribuir la cáscara. Vierte la mermelada en los frascos hasta el borde de cada uno de ellos y sella con tapas giratorias nuevas. Deja los frascos en posición vertical y sin moverlos para que alcancen su punto completamente.